martes, 6 de diciembre de 2016

SIMBIOSIS EN CONTRARIO ENTRE LA LEY Y LA REALIDAD

Por: 
Jovián  V. Sanjinez Salazar.
    Docente Universitario

Asistimos a una realidad social preocupante: Una realidad de conflictos sociales, de creciente criminalidad, y la galopante aprobación de leyes penales, como vehículo sin timón que van irremediable a la búsqueda de la solución pero que no llega a su destino porque el conductor se dirigió por el camino equivocado. Llegó, pero tarde. El delito se ha consumado, y el autor logró la impunidad.

El control social del Estado no solo es la suma de leyes agresivas, radicales o una cosa así; es la unificación de todos los estamentos sociales públicos y privados, que priorizan políticas básicamente educativas desde el cimiento hasta la cúspide, que alimente la moral del ciudadano, que fortalezcan los valores, que amanezcan con  nuevos horizontes, que cada mañana tengan una razón para su esfuerzo.

El Estado agrede con leyes radicales y extremas, es decir que se convierte en tan agresor y lesivo como lo son aquellos que obran al margen de las leyes. Es cierto que debe existir rigor, pero un rigor para resistir en la coyuntura, no tiene por qué ir en aumento; lo que tenemos en el País, es una sonada de leyes que incrementan las penas, que duplican las mismas, pero que solo se entiende como un mecanismo de defensa, frente a la vorágine de la delincuencia. Reprime para hacer sentir que está presente la autoridad, pero lamentablemente existe impotencia para controlar la criminalidad.

La simbiosis de la realidad con la ley, no solo son vitales para el desarrollo de la sociedad, sino que, su presencia en el tiempo es conmensurable para comprender que la vida humana, está amparada por las leyes de la naturaleza y, por la primacía de la constitución, que tiende la alfombra jurídica para que exista convivencia armónica como lo desean los hombres de bien. Con la simbiosis ante una realidad social activa, y las leyes que regulan la casuística, y la determinación de la conducta social de los ciudadanos, se espera cambios paulatinos en la infraestructura del Estado, de tal suerte que, con ello se demostraría que esta simbiosis del binomio ley y realidad, habrían encontrado lo que el peruano añora, esa convivencia armónica para vivir en paz, con tranquilidad y seguridad con un futuro prometedor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario